Entendemos que la problemática de la vivienda social no debe limitarse solo a la resolución del hábitat básico, sino que junto con esta resolución, debe dárseles a los usuarios las herramientas necesarias para su crecimiento laboral y económico, proponiendo situaciones que permitan actividades tanto de producción aislada como de aplicación de conductas cooperativistas. Con ésta decisión, tratamos de revalorizar la cultura de hacer productivo el suelo, y mantener las costumbres de origen, en caso de que así lo quieran los ocupantes, y además, favorecer la economía familiar propiciando que la explotación del mismo sirva tanto para el auto mantenimiento como para la comercialización básica.